El microbioma oral desencadena la aterosclerosis
No comienza con dolor en el pecho. Ni con un electrocardiograma. Ni con el primer infarto, sino mucho antes y de forma completamente discreta: al masticar. Al tragar. Con la placa que se acumula entre las muelas. Porque ahí vive: el microbioma oral. Un mundo en sí mismo. Miles de